Conferencia internacional para el apoyo al Libano discurso introductivo del Presidente de la Republica

Conferencia internacional para el apoyo al Libano discurso introductivo de Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica

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Paris, 25 de enero de 2007


Altezas,
Señor Secretario general de las Naciones unidas
Señores Presidentes,
Señores Primeros Ministros,
Señoras y Señores Ministros,
Excelencias,
Queridos Amigos del Líbano,

Estamos aquí reunidos por un deber de amistad y de solidaridad hacia un país cuna de una civilización muy antigua y de un fuerte mensaje. Un país en el que el sonido de las armas nunca ha podido ahogar el diálogo de las culturas. Un país que se obstina por volver a nacer y que, más que nunca, necesita el apoyo unánime de la comunidad internacional.

Quisiera agradecer a cada una y a cada uno de ustedes por haber respondido a nuestra invitación y por haber venido, algunos, de muy lejos. Estoy personalmente muy conmovido por el gesto de solidaridad que han dedicado al conjunto del pueblo libanés, al participar en este encuentro. Estoy convencido de que todos los Libaneses, sin excepción, comparten este sentimiento de reconocimiento.

El Líbano, esta mezcla de civilizaciones tan a menudo víctima de los conflictos regionales, ha vivido, una vez más, el pasado verano, una serie de enfrentamientos escalofriantes que han sembrado el luto y la destrucción.

Estos dramáticos sucesos han recordado la imperiosa necesidad, para el Estado libanés, de afirmar su plena autoridad en el conjunto de su territorio, como le corresponde a cualquier Estado soberano e independiente. Han señalado igualmente la necesidad de una solución sostenible a los problemas que han provocado esta crisis de violencia inaudita. A este respecto, la resolución 1701 del Consejo de seguridad de la ONU, la cual ha permitido poner fin a los combates, ofrece un marco para resolverlos.

Desde entonces, se han conseguido auténticos avances. El gobierno libanés legítimo y las fuerzas políticas que lo apoyan, todos ellos resultados de elecciones democráticas, han aceptado el desafío y asumido esfuerzos de gran valentía, en particular de cara a desplegar al ejército en el sur del país. Saludo desde aquí el valor y la eficacia de los soldados libaneses.

Cierto es, queda aún mucho por hacer. La aplicación de la resolución 1701 supone el respeto por el embargo de armas ilegales, por parte de todos los Estados y en particular en la región. Implica igualmente el cese de violaciones de la soberanía del Líbano, en particular en lo que respecta a su espacio aéreo.

Pero debemos ir aún más lejos. En estrecha coordinación con el Secretario general de las Naciones unidas, a quien aprovecho para saludar y congratularme de verle participar en esta conferencia, ha llegado el momento de abordar la aplicación de la resolución 1701 en todos sus ámbitos. Por consiguiente, debemos llegar a una solución par la cuestión de las granjas de Chebaa, cuestión crucial a muchos respectos, así como la cuestión de la liberación de los soldados capturados.

A este respecto, me congratula poder observar cómo la comunidad internacional actúa con resolución y coherencia. De ello da fe, en toda su medida, el despliegue, con el acuerdo de todas las partes, de la FINUL transformada en su número de efectivos y de medios. Quisiera añadir que, sin ninguna excepción, todas las resoluciones del Consejo de seguridad sobre el Líbano tienen como objetivo ayudar a este país a recuperar toda su soberanía. Deben, por lo tanto, ser aplicadas.

Pero la solidaridad internacional debe expresarse igualmente ayudando al Líbano a asumir los desafíos económicos y sociales.

Queridos Amigos, si nos encontramos hoy reunidos, es con el fin de reafirmar nuestro compromiso para apoyar al Líbano en sus esfuerzos de cara a asumir, a largo plazo, los desafíos de la reconstrucción.

El pasado mes de agosto, a finales del conflicto, la conferencia de Estocolmo permitió movilizar las energías para responder a las necesidades más urgentes. Quisiera saludar el compromiso de Suecia, la cual ha originado esta generosa y necesaria iniciativa.

El desafío actual es dar al Líbano, a largo plazo, todas las oportunidades de modernizarse. Debemos, en estrecha relación con el gobierno libanés, apoyar todos estos esfuerzos; Por ello y con el apoyo decisivo de Arabia Saudí y de los Estados Unidos, he propuesto organizar esta conferencia internacional. Se inscribe siguiendo la línea de las de París I y de París II, cuyo iniciador y artífice fue el Sr. Rafic Hariri, a quien quisiera dedicar, en nombre de todos nosotros, un solemne homenaje.

Señor Presidente del Consejo, como ministro de Finanzas, usted estuvo estrechamente vinculado a los esfuerzos entablados en 2002 por el presidente Rafic Hariri para la recuperación de su país. En el día de hoy, le corresponde a usted seguir adelante con su obra.

El programa de reformas preparado y adoptado por su gobierno, el pasado 4 de enero, responde indiscutiblemente a estas exigencias. Su ambición es la reconstrucción, el relanzamiento de la actividad económica, el control del déficit público y el desendeudamiento del Estado. La estabilidad monetaria, deseada por Rafic Hariri y cuyo vigilante y respetado garante es el gobernador Riad Salame, es una condición esencial para la confianza de la comunidad financiera. Constituye, junto a las reformas sectoriales y sociales, una hoja de ruta a la vez ambiciosa y realista, cuya calidad ha sido señalada por los expertos internacionales reunidos aquí mismo, hace quince días. Quisiera expresar al Sr. Jouyet todo mi reconocimiento y toda mi estima a este respecto. Dicho programa permitirá frenar la emigración de los jóvenes, crear nuevas oportunidades y modernizar la economía del país.

En opinión de todos, resulta indispensable un apoyo financiero substancia e inmediato de la comunidad internacional, a la hora de acompañar dichos esfuerzos. Esta ayuda es particularmente crucial ante la perspectiva de un programa del Fondo monetario internacional con el Líbano.

Sabemos igualmente que la estabilidad financiera es esencial para la estabilidad política del Líbano. En este sentido, resulta absolutamente necesario un control sostenible y creíble de un endeudamiento que, tras las hostilidades del pasado verano, asciende a más del 180% de la riqueza nacional.

En este espíritu, Francia asumirá todo su papel en este esfuerzo. Aportará, al igual que en 2002, un ayuda significativa, bajo la forma de un préstamo de 500 millones de euros con unas condiciones particularmente ventajosas; más de la mitad será entregado este año, en conformidad con el programa presentado por el gobierno libanés y todo ello para responder a las necesidades de financiación del Líbano para 2007. Quisiera recordar la capacidad del Líbano, jamás desmentida históricamente, a la hora de respetar sus compromisos. Preocupada por responder lo mejor posible a las necesidades de todos los Libaneses, Francia tiene previsto movilizar sus medios, en estrecha relación con el gobierno del Líbano, a medida que vayan produciéndose reformas económicas y sociales.

Queridos Amigos, cada cual es consciente de las dificultades a las que se enfrenta hoy en día el Líbano. Es evidente que a los Libaneses les corresponde, en primer lugar, mantener un diálogo constructivo entre ellos y unirse para superar las dificultades. Francia, al igual todos los amigos del país del Cedro, no ha dejado de trabajar para ayudar a los Líbaneses, en su conjunto, a recuperar la vía de la unidad, en beneficio del interés nacional. Todos los actores responsables y en particular en la región, deben actuar en este sentido.

Sin embargo, cada cual sabe que la estabilidad del Líbano es decisiva para la estabilidad de toda la región. La conferencia que nos reúne está destinada a todos los Libaneses sin excepción, cuya ambición se inscribe a largo plazo. Constituye, por lo tanto, una fecha crucial, una ocasión única para reafirmar con fuerza y respeto, nuestro deseo de un Líbano unido, reunido y soberano.

La participación de todos ustedes, tanto por la diversidad de las delegaciones como por el nivel de representación, constituye, en este sentido, una señal muy importante para el Líbano y para la estabilidad de toda la región. Quisiera darles las gracias por ello, señalando además la sólida experiencia que hemos conseguido con nuestra reunión.

Quisiera ceder ahora la palabra al Sr. Siniora, para que pueda explicarles las principales líneas del valiente plan del gobierno y las reformas estructurales que tienen como objetivo modernizar la economía y contener el déficit presupuestario. Nos expondrá igualmente las disposiciones adoptadas por el gobernador del Banco del Líbano en lo referente a la política del Banco central y a la contribución de la comunidad financiera libanesa.

A continuación, me gustaría conocer la opinión de los diferentes participantes, empezando por los representantes de las principales instituciones internacionales y en primer lugar por el Sr. Ban Ki-Moon, a quien saludo una vez más y doy las gracias por el honor que brinda a Francia en su primera visita internacional como Secretario general de las Naciones unidas./.





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