Alocucion con motivo de la felicitacion de año nuevo a los funcionarios y agentes del estado

Alocucion de Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica, con motivo de la felicitacion de año nuevo a los funcionarios y agentes del estado

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Bobigny, 9 de enero de 2007


Señor Primer Ministro,

Señor Ministro de Estado,

Señoras y Señores Ministros,

Señor Vicepresidente del Consejo de Estado,

Señor Prefecto,

Señora Alcaldesa,

Señor Presidente del Consejo general,

Señoras y Señores Parlamentarios,

Señoras y Señores Electos,

Señoras y Señores,

Quisiera, en primer lugar, agradecerles sinceramente, señor Vicepresidente del Consejo de Estado y Señor Prefecto, por la felicitación de año nuevo que me han profesado. Les deseo igualmente un excelente año nuevo, así como a todas aquellas y aquellos que tienen en estima. Transmito igualmente todos mis deseos a cada una y cada uno de ustedes, electos de Seine-Saint-Denis, representantes de los Cuerpos nombrados, al personal de la prefectura de Bobigny, así como al conjunto de funcionarios aquí presentes. Por medio de ustedes, dedico estas palabras igualmente a todos los funcionarios y agentes públicos, así como el testimonio de mi reconocimiento y estima.

El Estado ha desempeñado un papel fundamental en la construcción de Francia, en cada etapa de su historia. Nunca hasta ahora, frente a un mundo en plena mutación, habían sido tan fuertes las expectativas de nuestros conciudadanos hacia su Estado, en cualquier ámbito: seguridad, igualdad de oportunidades, desarrollo económico, desarrollo de los territorios. Esto exige por parte de todos ustedes un gran esfuerzo de modernización. Un esfuerzo totalmente comprometido: el Estado ha tomado el camino de las nuevas tecnologías. Ha sabido reorganizar sus medios. Aumentar el número de funcionarios allí donde las necesidades sean más imperiosas: enseñanza superior, investigación, seguridad y justicia. Y obtener un aumento de la eficacia en otros sectores. Estabilizar sus gastos, a la par que se mejora la calidad de los servicios públicos. Poner en marcha, dentro del diálogo social, un servicio garantizado a este respecto en los transportes públicos, lo que supone incontestablemente un progreso.

La modernización es igualmente progreso social : el ministro de la Función pública firmó en 2006, junto a los agentes sociales, el acuerdo más ambicioso firmado desde hacía décadas. De este modo, el Estado vuelve a ser el crisol de la promoción social, en particular mediante el Pacto, el cual le abre las puertas hacia la diversidad.

Hoy en día, en un momento en que las Francesas y los Franceses se encaminan a tomar decisiones claves para su futuro, quisiera, por mi parte, abordar una cuestión en el seno del debate que se plantea: la de la igualdad de oportunidades y la del papel del Estado frente a este desafío esencial para el futuro. Mi mensaje es que la Nación se ha comprometido con un esfuerzo sin precedentes para la igualdad de oportunidades, un esfuerzo de largo alcance, un esfuerzo que dará sus frutos, pero que no se constituirá realmente una realidad para cada uno a menos que se realice con determinación y a largo plazo. Tal es el desafío de los años venideros. Frente a este desafío, no cabe lugar para la división o los falsos debates: la clave es el compromiso masivo del Estado, una de sus misiones esenciales. La clave está en el unión de todos los Franceses en torno a este objetivo.

He querido transmitir este mensaje antes ustedes, quienes se encuentran en primera línea de este departamento en el que se concentran las dificultades, pero en el que se expresan igualmente la diversidad y la energía de la Francia actual, como el Señor Prefecto nos ha recordado con suma legitimidad. Para mí constituye la ocasión de rendirle un homenaje absoluto. Sean ustedes conscientes que nuestros conciudadanos miden la fuerza de su compromiso. Saben perfectamente cuánto les deben a ustedes.

A lo largo de varias décadas, la sociedad francesa se ha transformado enormemente. Se ha modernizado a un ritmo acelerado. Se ha abierto al mundo. Pero ha vivido igualmente rodeada de tensiones. Tensiones económicas y sociales. Tensiones ligadas a la identidad, al auge del individualismo, a la tentación del "comunitarismo”. Tales tensiones ponen a prueba los mismos principios de la República: la igualdad de oportunidades, la indivisibilidad de la ciudadanía, la laicidad.

Habría sido una locura resignarse a la progresión de las desigualdades, a la victoria de la lógica de castas, a una sociedad consistente de manera insidiosa en una suma de comunidades replegadas sobre ellas mismas. La única respuesta que sea a la vez más justa y que nos sea semejante reside en la reafirmación, en la realidad sin debilidad alguna, de la República. Se trata de demostrar a través de los hechos, a nuestros hijos, sea cual sea el lugar en el que vivan, sea cual sea su origen, que todos ellos son hijas e hijos de la República. Este combate exige apartar algunos conservadurismos y egoísmos. Se trata de un combate que ya ha sido entablado y del que evidentemente, son ustedes los actores principales.

Es necesario afirmar y valorar los principios de la República: este el sentido de la ceremonia de ciudadanía que he decidido poner en marcha para todos los jóvenes Franceses. Es igualmente necesario defenderlo con intransigencia: para luchar contra el racismo, el antisemitismo, las discriminaciones, hemos mantenido en este ámbito un arsenal de sanciones, hemos creado la Alta Autoridad de lucha contra las discriminaciones. Disponen, en Seine-Saint-Denis, de una Comisión para la igualdad de oportunidades y la ciudadanía. Ayuden a las víctimas a que prevalezcan sus derechos, díganles que no deben dudar a la hora de acudir a la Alta Autoridad.

Lo mismo sucede en lo que respecta al principio de laicidad. Junto a los responsables de los centros y los profesores, hemos conseguido que vuelva a tener todo su lugar en la escuela pública, pacificando de este modo este lugar que por excelencia es el de aprendizaje y de transmisión de valores. Cuando se tiene el valor de reafirmar los principios y de hacerlo con un espíritu de respeto y de atención al otro, su capacidad de reunión es inmensa. Pero quedan por solucionar cuestiones preocupantes que tomos conocemos, en los servicios públicos, en los hospitales, en los equipamientos deportivos. Deberán estar muy atentos y hacer respetar las reglas que deben ser las mismas para todos.

En el seno de nuestro combate para la igualdad de oportunidades se encuentra, evidentemente, la escuela. Me gustaría saludar particularmente a todos los profesores, a toda la comunidad educativa y en particular a aquellas y a aquellos que ejercen en los barrios. Su oficio es uno de los más difíciles. Los alumnos han cambiado. Su diversidad es considerable. Su responsabilidad es enorme y exige una inmensa competencia, compromiso y fe en su misión. Es cierto, existe en la juventud tesoros de dinamismo, de creatividad, de innovación: son ventajas considerables para nuestro futuro, que ustedes contribuyen a revelar.

He querido que dispusieran de nuevos medios para ejercer su misión: dispositivos de apoyo individualizados, para permitir a cada alumno, al término de su escolaridad obligatoria, dominar la sociedad común de competencias y conocimientos. Los equipos de éxito educativo, con el fin de luchar contra el fracaso escolar: pueden encontrarse en más de una tercera parte de los municipios de Seine-Saint-Denis, con medios duplicados con respecto al año pasado. Y hemos reforzado la educación prioritaria, concentrando medios importantes en 249 colegios "Ambición Éxito”, 16 de los cuales se encuentran en su departamento.

Adoptaremos el esquema nacional de orientación y de inserción profesional. Nos permitirá poner en marcha un auténtico servicio público de orientación, desde el instituto hasta la universidad, con el fin de detectar cualquier talento y para ayudar a cada alumno que lo necesite a encontrar la vía que mejor le convenga.

En el seno de la igualdad de oportunidades se encuentra también la seguridad. No caigamos en falsos debates: se trata, por excelencia, de un ámbito que debería unirnos. Para garantizar el orden público, es necesario entablar relaciones de respeto y de confianza, en el terreno. Frente a la violencia, frente a la urgencia, es necesario movilizar todos los medios necesarios. Eso es lo que hacemos. De este modo, respondiendo al compromiso que adopté para con los Franceses, he deseado que dispusieran ustedes de lo medios para ejercer lo mejor posible el conjunto de sus misiones: 13.500 agentes de policía y gendarmes adicionales han sido reclutados, gracias a la ley de programación de 2002. Gracias al trabajo de ustedes, gracias a la movilización del ministro de Estado, ministro del Interior, el Sr. Nicolas Sarkozy, nos hemos comprometido determinadamente contra la delincuencia y contra la violencia. Saludo la acción del conjunto de funcionarios encargados de la seguridad en el departamento, así como la del conjunto de funcionarios encargados de la seguridad en el departamento, así como la del Grupo de Intervención Regional de Seine-Saint-Denis, un grupo que lucha eficazmente contra el tráfico.

Queda mucho por hacer, en particular frente al aumento de la violencia cometida por delincuentes que cada vez son más jóvenes y más alejados de las reglas de la vida en sociedad. Hemos desarrollado instrumentos de prevención, asentando en particular el papel del alcalde, hemos reforzado las sanciones, hemos creado los Centros educativos cerrados. Pero, para poder responder a la situación, es necesario ir aún más lejos: con la movilización y la coordinación de los diferentes actores, policía, justicia, trabajadores sociales, Educación nacional, electos...Evitemos, de nuevo, los falsos debates. La respuesta se encuentra en la aplicación de los principios de la República: es necesario dar todas las oportunidades a las soluciones educativas. Pero, frente a las graves violencias, frente a las reincidencias, es también necesario demostrar una gran firmeza: se trata de una exigencia hacia las víctimas, algo indispensable para que la nación conserve plenamente su valor de ejemplo.

En este ámbito, se nos plantea una prioridad : el refuerzo de los medios de acción de justicia. Hemos alcanzado una primera etapa con la ley de programa para la Justicia, la cual ha generado más de 7.500 puestos. Mediante el texto actualmente sometido al Parlamento, adoptamos las medidas de urgencia con el fin de responder en particular a las principales disfunciones que han sido identificadas en el caso de Outreau. Se perseguirá este esfuerzo de modernización a lo largo de los próximos años.

Pienso, en particular, a la Protección judicial de la juventud. Su presupuesto conoce este año un aumento de casi el 9%. En Seine-Saint-Denis, sus equipos han sido reforzados, con el fin de garantizar en los barrios una presencia indispensable para prevenir la delincuencia. Será necesario perseguir y aumentar este esfuerzo a largo plazo. Pero no se trata únicamente de una cuestión de medios: Es igualmente necesario que la PJJ esté coordinada de mejor manera junto al resto de servicios del Estado y que tenga una mayor capacidad de reacción. De este modo, el Tribunal de gran instancia de Bobigny se dispone a poner en marcha una oficina de ejecución de las condenas a menores: esto permitirá encargarse de ellos en cuanto salgan de la audiencia, con el fin de aplicar sin dilación alguna las medidas educativas o las sanciones a las que haya sido condenado.

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Por supuesto, en el seno del combate por la República, se encuentra igualmente la lucha de la integración. He querido que los extranjeros que entren en nuestro territorio y que respeten nuestras leyes y nuestras reglas sean recibidos en condiciones que les permitan adherirse realmente a los valores de la República. Este es el sentido del contrato de acogida y de integración: el Estado garantiza una formación cívica y lingüística así como un acompañamiento social. A cambio, cada cual se compromete a respetar los principios republicanos y a tener un conocimiento suficiente de la lengua francesa, requisito indispensable para solicitar el permiso de residencia. He querido poner en marcha una ceremonia de naturalización, con el fin de solemnizar este acto fundamental que constituye la entrada en la comunidad internacional.

Pero nuestra política de integración no podrá tener éxito sin una acción firme contra la inmigración irregular. Soy bien consciente de la enorme dificultad su la tarea de ustedes. Se enfrentan a situaciones humanas dolorosas, a familias que viven de manera precaria y que a menudo tienen a niños escolarizados. De nuevo, es necesario evitar el peligro de las ideologías. Vuestra misión es hacer que se aplique la ley sin debilidad alguna y hacerlo con el respeto hacia las personas y todo ello con humanidad. Tal es el interés de la República y así es como Francia seguirá siendo fiel a su tradición de acogida y de asilo.

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Por último, bajo el impulso dinámico del Primer ministro, el Estado ha entablado un esfuerzo sin precedente, con el fin de combatir la crisis de la vivienda y para luchar contra el desempleo. Desde hace décadas no se había hecho tanto como ahora. El número de viviendas sociales ha pasado de 40.000 en 2002 a casi 100.000 en 2006. El objetivo de 120.000 anuales es factible. No ignoro la dificultad de algunas colectividades a la hora de aplicar la ley SRU: no obstante, se trata de un objetivo prioritario para nuestra cohesión social. Dentro del ejercicio de las competencias de ustedes, les pido ayuden al conjunto de actores a progresar hacia la firme aplicación de esta ley. Deberán igualmente estar suficientemente atentos a la acción de la Agencia nacional de renovación urbana. Deberán ayudar al conjunto de actores para que avancen lo más rápidamente posible y con la mayor eficacia: se trata de transformar la imagen de 600 barrios en toda Francia, se trata de transforma las condiciones de vida de casi 4 millones de mujeres y de hombres. Más de 4 mil millones de euros están o estarán invertidos en Seine-Saint-Denis, en el marco de la renovación urbana.

Deberán desempeñar igualmente un papel fundamental en el camino hacia el derecho a la vivienda oponible. Se trata de un objetivo esencial para la nación. Hemos alcanzado una etapa importante con el aumento considerable del alojamiento. Este año habrá más de 100.000, es decir, 40.000 más que hace cinco años. Es necesario ir aún más lejos. El gobierno, basándose en los trabajos del Alto Comité para el Alojamiento de personas desfavorecidas, presentará la próxima semana un proyecto de ley que deberá estar adoptado por el Parlamento antes de que acabe la legislatura. Durante los años venideros, su papel será fundamental en la puesta en marcha de este nuevo derecho al servicio de nuestros conciudadanos. Nos encontramos en el seno de la misión del Estado: garantizar la cohesión social, acercar las posturas de todos los actores, inventar soluciones y, al final, conseguir que prevalezca el interés general.

La última y crucial cuestión es la del empleo. Si bien queda mucho por hacer, la situación, gracias a la acción resuelta de Dominique de Villepin, ha mejorado: 360.000 desempleados menos en Francia. En el departamento de ustedes, tal y como el Señor Prefecto ha recordado, el número de jóvenes desempleados ha disminuido en un 14 % en 2006. Deberán estar particularmente atentos al desarrollo de zonas francas. Han creado hasta ahora 50.000 puestos de trabajo en los barrios. Hacia el final del año, dispondremos de 100 zonas francas. Vuestro departamento, con 10 zonas francas en 15 municipios, está particularmente relacionado con el aumento en potencia de dicho régimen. Pero, más allá de los grandes programas y de los dispositivos fiscales o de apoyo a las empresas, pueden aportar ayuda personal, en particular a las pequeñas empresas, así como orientarlas hacia los interlocutores adecuados y permitirles mantener sus actividades o incluso desarrollarlas.

Señoras y Señores,

Ustedes representan la respuesta más elocuente a aquellos que se preguntan por el papel del Estado, por la misión de los agentes públicos, por su compromiso y por el peso de las dificultades que sufren. Aquí, en Seine-Saint-Denis, ustedes constituyen el motor de este combate fundamental para el futuro de la Nación: hacer que prevalezcan los valores de la República, dar toda su realidad a la igualdad de oportunidades. Se trata de una misión difícil y de una de las más nobles que hayan existido. Bien sé que ustedes llevan a cabo dicha misión de manera notable: y me gustaría transmitirles, en nombre de toda la Nación, el testimonio del respeto y del reconocimiento debido a todos ustedes.

Muchas gracias./.





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