Visita de estado a Arabia Saudi alocucion del Presidente de la Republica ante la comunidad francesa.

Visita de estado a Arabia Saudi alocucion del Sr. Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica, ante la comunidad francesa.

Riyad, 6 de marzo de 2006

Señor Embajador,

Señores Parlamentarios, particularmente aquí presentes en gran número para rendir homenaje a la relación entre nuestros dos países, lo cual les agradezco enormemente,

Señoras y Señores representantes de los Franceses de Arabia Saudí, Queridos Compatriotas,

Estoy contento de encontrarme aquí, en visita de Estado a Arabia Saudí, por invitación de Su Majestad el Rey, ante todos ustedes, representantes de Francia en Arabia saudí, quienes, gracias a su acción, proyectan su cultura, su tecnología, su saber hacer, así como la enorme diversidad de sus talentos. Representa la ocasión para mí de escuchar a ustedes, quienes más cerca se encuentran de la realidad del país que les acoge. Representa igualmente la ocasión de expresarles la gratitud de Francia, de la que, en cierto modo, son ustedes sus representantes.

Este viaje a Arabia saudí representa para mí un viaje importante, por la relación estratégica que hemos establecido con este gran país, el cual se ha convertido en uno de los principales actores en la escena internacional. Los puntos de vista del Rey, sus lúcidos y ponderados análisis son indispensables para una buena comprensión de los problemas en Oriente Medio y en el Golfo. La amistad que profesa a Francia fomenta nuestra acción en la región y nos incita a seguir desarrollando el lugar de nuestro país en el Reino. La influencia que ejerce Arabia Saudí y el positivo papel que tiene tanto en las crisis regionales como en el mercado petrolífero requiere una estrecha concertación con sus dirigentes. De ello depende el vigor de nuestra economía y la de nuestra seguridad, pero igualmente nuestra influencia en esta región en la que Francia, desde hace tiempo presente junto a sus socios de la Unión europea, es atendida y escuchada.

Esta relación, basada en la amistad y en la confianza compartida ante los desafíos del mundo, necesita ser reforzada, en particular en los ámbitos económicos y culturales. El Reino se dota de legítimas ambiciones con el fin de acelerar su desarrollo, de aumentar su proyección en el exterior y de garantizar su seguridad. Conoce cual es el nivel tecnológico de Francia, la pericia de nuestros ingenieros y nos tiende la mano. Podemos y debemos aceptarla.

Son ustedes más de cuatro mil en vivir aquí, en Arabia Saudí, ingenieros, técnicos, financieros, petroleros, arquitectos, profesores, funcionarios civiles o militares, todos trabajando por nuestra cooperación con las autoridades saudíes o en el sector privado. Soy consciente de que la comunidad de ustedes, tan diversa, tiene un gran dinamismo y una gran vida.

Por ejemplo, esta comunidad ha tenido la iniciativa de crear las "casas de los Franceses" en las dos principales ciudades del país, así como un "club de amigos de la cultura francesa", abierta a nuestros amigos extranjeros y saudíes francófonos. Su dinámica sección de consejeros para el comercio exterior, junto al "consejo franco-saudí de hombres de negocio" de Riyad y el "círculo de asuntos franceses" de Yidda, trabaja para llevar nuestras relaciones económicas al nivel de relaciones conseguido en nuestras relaciones políticas.

Mujeres y hombres, a menudo expatriados desde hace tiempo, la experiencia de todos ustedes es indispensable para Francia. Ustedes han aprendido a descubrir este país, el cual no puede contemplarse de manera superficial, a descubrir sus aspectos más recónditos, a apreciarlo dentro de su complejidad y a amarlo, de ello no tengo ninguna duda.

En nombre de este vínculo tan fuerte, han demostrado ustedes tener un gran coraje y mucha sangre fría al hacer frente a las dificultades que a nivel de la seguridad han afectado trágicamente a su comunidad, con el asesinato, en Yidda, en septiembre de 2004, del Sr. Laurent Barbot, a quien deseo dedicar mi pensamiento.

Les aseguro que esta actitud es tan apreciada por las otras comunidades como por nuestros amigos saudíes.

Sé igualmente que esta situación ha llevado a algunos de ustedes a dejar atrás a sus familias en Francia, lo cual constituye un complicado elemento que se añade a la dificultad de vivir la expatriación día a día. Soy consciente de estos sacrificios y por ello les expreso toda mi gratitud. No obstante, muchos de ustedes han decidido mantener la familia unida y me congratula observar cuán numerosos seguían siendo los alumnos al principio del curso, tanto en Riyad como en Yidda o en Al Khobar.

Esto reconforta nuestra voluntad de mantener establecimientos que cada año consiguen resultados notables en nuestros exámenes nacionales. Saludo particularmente a los representantes de la comunidad educativa, a los directores, a los profesores, a los miembros de los consejos de gestión, los cuales se encuentra aquí presentes, aprovechando para pedirles que transmitan a sus colegas ausentes todos mis ánimos en sus esfuerzos y mi enhorabuena por el éxito de sus alumnos.

Soy plenamente consciente de la dificultad de su expatriación y su embajador se encuentra a disposición de todos ustedes para ayudarles a resolver estas dificultades. En cualquier caso, no tengan la menor duda de que la seguridad de su comunidad, la seguridad de las comunidades francesas en el extranjero constituye una de las prioridades principales del gobierno.

Junto al ministro de Asuntos exteriores, estamos siempre atentos a que las condiciones locales de seguridad sean examinadas constantemente y en cooperación con nuestros representantes, así como a reajustar las consignas de seguridad en función de dichas condiciones. Si bien puede que añadan algún obstáculo a la vida diaria de ustedes, espero que entiendan que se trata del interés de cada uno; ante tal desafío, no debe existir ningún riesgo.

Señoras y Señores,

Queridos Compatriotas,

Me gustaría transmitirles toda la estima que tengo por las comunidades que, al igual que la de ustedes, contribuyen activamente en la proyección de Francia en el extranjero. A través de ustedes, nuestros amigos saudíes crean una imagen de nuestro país. Les corresponde, por lo tanto, representarlo en su autenticidad, destacando en primer lugar los principios de tolerancia y de respeto de las creencias y convicciones del prójimo, principios inseparables de la libertad y de la democracia. Ahora que acabamos de asistir a lamentables manifestaciones de ignorancia y de incomprensión entre pueblos que sin embargo son vecinos, la presencia de ustedes, aquí, debe aprovecharse para profundizar en este diálogo de culturas, cuya imperiosa necesidad nos es cada día más evidente.

Cada cual es capaz de ver que la guerra de civilizaciones profetizada por algunos no son más que malos augurios y la mayor trampa del mundo moderno. Nos corresponde a todos, a cada uno en su lugar, aportar, a un universo que a la vez se unifica y se fragmenta, los valores del respeto del prójimo y los valores de tolerancia que se encuentran en el seno de la tradición francesa.

Les doy las gracias y les transmito mi más sincera estima, mi reconocimiento y mi amistad.

Viva la República, viva Francia!





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