Visita de estado a Arabia Saudi entrevista del Presidente de la Republica concedida al periodico "AL HAYAT" - fragmentos -

Visita de estado a Arabia Saudi entrevista del Presidente de la Republica, el Sr. Jacques CHIRAC, concedida al periodico "AL HAYAT" - fragmentos -

Paris, 4 de marzo 2006

P – Arabia Saudí es un actor esencial en la escena de Oriente Próximo. ¿Qué espera usted de este país en un plano regional? ¿Cuáles son los asuntos políticos prioritarios sobre los cuales le gustaría avanzar con los dirigentes saudíes con los que tiene previsto reunirse?

R – Me gustaría, en primer lugar, expresar mi gran entusiasmo al volver a Arabia saudí, al haber sido invitado por su Majestad el Rey Abdallah. Mi último viaje al Reino, el pasado 2 de agosto, fue un momento de profundo recogimiento y de homenaje al transmitir las condolencias de Francia al Rey Abdallah, con motivo de los funerales de Su Majestad el Rey Fahd, tan tristemente desaparecido.

Me congratula encontrarme de nuevo en Riyad en esta visita de Estado, acompañado de una importante delegación de ministros y de jefes de empresa.

Francia y Arabia Saudí llevan a cabo excelentes relaciones, basadas en una larga historia y en vínculos sólidos y de confianza entre sus dirigentes. Francia fue uno de los primeros países que reconocieron el Reino, durante su creación, en 1932. La reunión entre el Rey Faysal y el general de Gaulle en París, en 1967, sentó las bases del necesario acercamiento entre Europa y la región del Golfo. Estos dos grandes hombres de Estado entendieron que entre Francia y el Reino existían intereses comunes que justificaban una colaboración natural y necesaria.

Desde entonces, los vínculos entre nuestros dos países no han dejado de reforzarse. La dinámica de acercamiento tuvo su apogeo con la puesta en marcha de la asociación estratégica en 1996, durante mi visita en Yidda. En ella se inscriben la diplomacia y la política, las relaciones económicas, la cooperación en materia militar y de seguridad.

Tiene igualmente cabida la cuestión cultural, la cual estimo primordial y que debe ser reforzada. En un mundo que se globaliza, debemos, en efecto, trabajar obligatoriamente por una mejora del conocimiento de nuestras respectivas culturas. Debemos aprender a vivir juntos y con el respeto del otro. El departamento del Louvre destinado a las artes islámicas y sostenido en particular gracias a las generosas donaciones de los saudíes, es un ejemplo a seguir.

Arabia Saudí representa un actor principal a nivel regional e internacional y mi visita será la ocasión de confirmar la convergencia de opiniones existente entre Francia y el Reino en los grandes asuntos de actualidad.

El Reino es un actor indispensable, naturalmente en el Golfo, pero también en el conjunto de Oriente Medio. Es igualmente un socio global, por su papel en el conjunto del mundo islámico o en el lugar que ocupa en el sector de la energía.

En lo que concierne a estas cuestiones, bajo la ilustre guía de Su Majestad el Rey Abdallah, cuya experiencia y acción moderadora es conocida por todos, Arabia saudí lleva a cabo una política de diálogo y de sosiego.

Junto a los dirigentes saudíes, compartimos la preocupación de preservar la estabilidad y la seguridad regional. En este sentido plantearé con ellos la situación en Irán, en Iraq, en el Líbano y en Siria, así como el Proceso de paz israelo-palestino.

P – Viaja usted a Arabia con una importante misión económica, ¿Cuáles son los acuerdos económicos que desea cerrar?

R – Arabia Saudí vive un notable dinamismo económico, caracterizada en particular por la utilización inteligente de los excepcionales ingresos petrolíferos.

Es nuestro segundo socio comercial en la región, con intercambios en rápido aumento. Más de 60 empresas francesas se encuentran ya implantadas en el país y participan en este auge. Se benefician de la política de apertura llevada a cabo por las autoridades saudíes. Este proceso de modernización económica y social tuvo su punto álgido con la reciente entrada de Arabia Saudí en la OMC, la cual apoyé enormemente.

Sin embargo, creo que Francia, cliente importante de Arabia Saudí, puede y debe estar aún más presente. Estoy convencido de que la coyuntura actual favorece al refuerzo de nuestras relaciones económicas, con las que ambos países obtendrán beneficios mutuos, en particular en cuestión de empleo.

En este sentido, los jefes de empresa que me acompañan están dispuestos a comprometerse en proyectos de futuro, tanto en el sector industrial como en los equipamientos o en los servicios. Francia desea igualmente fomentar las inversiones saudíes en los diferentes sectores de la economía francesa.

Me congratula haber sido invitado por la comunidad de asuntos saudí para poder expresarme sobre nuestras relaciones económicas: constituye la ocasión para mí de presentar el dinamismo y la modernidad de la economía francesa, de abogar por un mayor número de asociaciones - como por ejemplo para trabajar en los grandes proyectos estructurales que ha entablado el Reino -, de afirmar la voluntad de las empresas francesas de implantarse en mayor medida, mediante el desarrollo de relaciones estrechas con sus homólogos saudíes.

P – Arabia Saudí sufrió un ataque terrorista que trató de afectar a la refinería que produce el 8 % del consumo mundial de petróleo. ¿Qué comentario realiza usted, ahora que viaja a Arabia Saudí, ante estos intentos de desestabilización y de terrorismo?

R – n primer lugar, y por fortuna, este atentado fracasó gracias a las fuerzas de seguridad saudíes. Cualquier forma de atentado terrorista debe ser condenada. Nada puede justificar al terrorismo y por ello lo condeno con la mayor firmeza posible. Es una especie de virus mortal que afecta a ciertas sociedades. Por consiguiente, me asocio con todo aquello que permita luchar eficazmente contra el terrorismo.

P- Arabia saudí ha sido víctima del terrorismo al igual que muchos países árabes y occidentales. ¿Cree usted que este choque de civilizaciones entre el mundo musulmán y Occidente puede provocar el aumento del terrorismo? ¿Con qué medios podemos contener el terrorismo?

R – Francia ha condenado siempre el terrorismo en todas sus formas, independientemente de su origen. Durante la serie de atentados que afectaron a Arabia saudí en 2003 y 2004, manifestó su solidaridad con el Reino y transmitió el pésame a las familias de las víctimas de estos actos inhumanos.

Francia confía en las fuerzas de seguridad saudíes, las cuales no han escatimado en esfuerzos para combatir este mal. Apoya igualmente todas las iniciativas diplomáticas que Arabia saudí ha tomado con el fin de unir los esfuerzos de todos en la lucha contra el terrorismo, dentro del marco de las Naciones unidas y con el respeto del derecho. De este modo participó, con una delegación de alto nivel, en la Conferencia internacional sobre el terrorismo reunida en Riyad en febrero de 2005.

Como sabrán, Francia ha pagado igualmente, en el pasado, un alto precio por el terrorismo. Y siempre ha respondido con la mayor firmeza posible. Es consciente de que ciertos movimientos terroristas, al aprovecharse de los cambios y de la incomprensión que genera la globalización, conciben un "choque de civilizaciones”, el cual creen que favorecerá sus intenciones. Se trata de una razón adicional para fomentar, al contrario, el diálogo de las culturas, con el fin de que nuestras diferencias se comprendan y se perciban mejor y todo ello en un espíritu de mutua tolerancia y apertura.

P – Irán constituye una fuente de inquietud en la región del Golfo, ¿cree usted que el aislamiento del presidente Ahmadinejad le llevará a empeorar la política en la región?

R – La actual actitud de Irán es una fuente de inquietud para la región y para el conjunto de la comunidad internacional.

No cuestionamos el derecho legítimo de Irán a la energía nuclear civil, desde el momento en que respete de buena fe sus compromisos en materia de no proliferación y que en este sentido pueda dar garantías objetivas. De hecho hemos propuesto a Irán un apoyo a su programa nuclear civil.

Sin embargo, los dirigentes iraníes han decidido romper el proceso de negociación entablado en 2003, caracterizado por el Acuerdo de París de noviembre 2004; han decidido igualmente retomar de manera unilateral las actividades sensibles, contrarias a las resoluciones unánimes de la AIEA, razones por las cuales ha tenido lugar la reacción de la comunidad internacional.

Llamo a los dirigentes iraníes a recuperar el espíritu del diálogo, a entender la voluntad de la toda la comunidad internacional: todo objetivo de la negociación llevada a cabo por los Europeos consistió en encontrar las bases de un reglamento que beneficie a todos, dentro del marco de la legalidad internacional.

La resolución presentada a principios de febrero por el Reino Unido, Alemania y Francia al Consejo de gobernantes de la AIEA ha recibido un gran apoyo. El Consejo de seguridad de las Naciones unidas recibirá a principios de marzo un informe de la AIEA. Por otro lado, es necesario indicar que Francia, junto a Egipto, deseó que la AIEA se pronunciara a favor de un Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva, lo cual fue aceptado.

Lo diré rotundamente : la puerta sigue abierta para el retome de las negociaciones, siempre y cuando Irán acepte las solicitudes de la AIEA. Pero si los dirigentes iraníes no toman las medidas necesarias para restablecer la confianza, el Consejo de seguridad de las Naciones unidas deberá tomar decisiones en consecuencia.

Hoy más que nunca, la elección está en manos de los dirigentes iraníes.

Por supuesto, consagro la más alta importancia al punto de vistas de las autoridades saudíes en este crucial asunto para la paz en la región y en el mundo.

P - Pero cree usted que con el Irán del Sr. Ahmadinejad se tiene una perspectiva de tranquilidad en la región, ya sea en el Líbano, en el Golfo o con Hezbollah?

R – En primer lugar, este el problema de Irán y por mi parte, puedo verme tentado a confiar ante todo en un país que tiene una gran civilización, una gran cultura, un gran país.

En lo que respecta a los problemas nucleares, lamento que ningún acuerdo haya podido cerrarse sobre la base propuesta por los Europeos. Por supuesto, nadie pone en cuestión el derecho de Irán a desarrollar la energía electronuclear, es decir, el uso civil de la energía nuclear. Pero a cambio, existen unas reglas generales que son aceptadas por el conjunto de la comunidad internacional en virtud de la no proliferación, con el fin de evitar el acceso a tecnologías que puedan ser excesivamente peligrosas.

Espero que la evolución irá en el sentido de la estabilidad. Me congratulan las discusiones que actualmente tienen lugar entre Irán y Rusia. Aún no conocemos los resultados, pero puede que constituyan una vía positiva de salida. En el seno de la AIEA, nosotros mismos hemos abogado – y constituye un deseo de futuro – por la existencia en Oriente Medio de una zona libre de armas de destrucción masiva.

Deseo que Irán sea, desde este punto de vista, consciente de que se le tiende una mano amistosa y respetuosa, a condición, naturalmente, de que haya un mínimo de contacto, de comprensión recíproca.

P - Cree usted que Iraq se está convirtiendo para Irán en lo que el Líbano fue para Siria durante 30 años?

R – Hoy en día Iraq es un país que vive en medio de la inestabilidad y de la violencia.

Francia estima que un Iraq unido, soberano, democrático y estable, viviendo de manera inteligente con sus vecinos, es indispensable para la paz. Un conflicto intercomunitario tendría repercusiones dramáticas. Los iraquíes deben reunirse alrededor de un pacto nacional que garantice la integridad del país y que permita a cada uno encontrar su lugar en las nuevas instituciones.

Con el fin de conseguir un consenso entre todas las comunidades iraquíes, es necesario un compromiso positivo por parte de los Estados vecinos. Estos últimos deben seguir desempeñando un papel constructivo, de manera colectiva, con el fin de que Iraq preserve su unidad nacional y construya un Estado de derecho.

P - De qué manera ve usted el futuro de Iraq hoy en día?

R – La lógica de seguridad no puede por sí sola llevar a la paz. Unicamente a través de un proceso político realmente inclusivo se podrá llegar a aislar a los grupos extremistas. Los Iraquíes, sea cual sea su creencia, han participado ampliamente en los últimos comicios celebrados el pasado 15 de diciembre. Debe fomentarse este movimiento y ayudar a los Iraquíes a seguir en la vía del diálogo y de la reconciliación nacional.

Por ello la iniciativa de la Liga árabe ha recibido todo el apoyo de Francia. Todas las partes iraquíes tuvieron ocasión de reunirse en el Cairo y coincidieron en un comunicado final que condenaba al terrorismo, pero apelando igualmente a un retorno absoluto de la soberanía de este país. Esto es lo que Francia ha fomentado desde el final de las operaciones militares, con el fin de que los Iraquíes sean dueños de su destino.

La perspectiva de una retirada de las fuerzas extranjeras, cuya presencia provoca la hostilidad de una parte de la opinión iraquí, constituye uno de los elementos capaces de contribuir al diálogo nacional. La Fuerza multinacional se encuentra desplegada en Iraq en conformidad con la resolución 1546. Francia cree que debe fijarse una fecha, con el fin de permitir a los Iraquíes entrar en una lógica de responsabilidad.

Francia se sitúa al lado de los Iraquíes en el camino de la reconciliación nacional, de la unidad y de la construcción de la democracia. De nuevo, el análisis y los consejos del Rey Abdallah en este sentido me parecen indispensables.

P – Muchos países, entre los cuales se encuentran los Estados Unidos, amenazan con cortar la ayuda a los Palestinos a causa de la presencia de Hamás en el gobierno. ¿Podría Francia convencer a Europa y a América de seguir ayudando a los Palestinos? ¿Cuál será la condición de esta ayuda? ¿La esperanza de paz se ve mermada en Palestina y en Israel con Hamás en el poder?

R – Usted conoce el compromiso constante de Francia por la paz en la región, la cual necesita que dos Estados vivan lado a lado con mutuo respeto y en seguridad. Usted sabe igualmente que Francia es amiga del pueblo palestino y desea que sus aspiraciones legítimas tengan cabida. Usted conoce igualmente mi convicción de que la violencia no solucionará nada, que al contrario es destructora y profundamente negativa. Por ello Francia ha apoyado siempre los esfuerzos llevados a cabo desde Oslo con el fin de llegar a una solución sostenible.

Han tenido lugar elecciones democráticas y los Palestinos han escogido. Francia respeta esta elección. Nadie desea cortar la ayuda internacional a las poblaciones y recuerdo que la Unión europea es, desde los acuerdos de Oslo, el primer proveedor de fondos en los territorios.

En cambio, el concepto de asistencia a la Autoridad palestina se cuestiona desde el momento en que Hamás, inscrito en las listas europeas y americana de organizaciones terroristas, llega al poder. A este respecto, está claro que seguir con la ayuda europea dependerá de la actitud y de los compromisos del nuevo gobierno palestino.

A este respecto, recuerdo la posición de Francia, la cual ha sido expresada en numerosas ocasiones a lo largo de estos últimos días. Toda solución conlleva el respeto de tres principios: el reconocimiento de Israel, la renuncia a la violencia y el reconocimiento de los acuerdos firmados entre la OLP e Israel, en particular los acuerdos de Oslo.

En cuanto a las esperanzas de paz, la llegada de Hamás al poder cambia evidentemente el orden internacional. Aún es demasiado pronto para decir cuál será su impacto real sobre las perspectivas de pago en una región en la que, como sabrá, todo puede cambiar con gran rapidez.

De manera inmediata, hacemos un llamamiento a Hamás para que entienda que la vía de la violencia no tiene salida y para que lleve a cabo su transición hacia la acción política, respetando la tregua y comprometiéndose en un proceso de renuncia a la violencia y de reconocimiento de Israel. En este momento, debe ir hasta el fondo de esta lógica, no existe otra alternativa.

Pero igualmente decimos a los Israelíes que es necesario superar la lógica del unilateralismo. Una paz justa y duradera en la región no podrá ser impuesta por una de las partes. Al final, y todos lo sabemos, no hay más alternativa que el retome de auténticas negociaciones entre Israelíes y Palestinos.

P - Y piensa usted que la elección de Hamás en Palestina puede llegar a amenazar la seguridad del Líbano, al estar los campos palestinos controlados no sólo por Siria, sino también por Hamás, victorioso en Palestina?

R – En primer lugar, no sé si se puede decir que los campos palestinos son controlados en su totalidad par esta u otra autoridad.

Hamás tiene muchos problemas, se enfrenta a numerosas dificultades. Los palestinos han votado por Hamás de manera regular e indiscutible. Por este hecho, creo que se enfrenta a realidades que conciernen en particular a su inserción en la comunidad internacional, con lo que ello implica para las ayudas que los Palestinos necesitan obligatoriamente. Esto implica por su parte una cierta evolución con el fin de integrarse en la comunidad internacional, en particular sobre ciertos puntos decisivos como el reconocimiento de Israel, como el reconocimiento de acuerdos concluidos entre Israel y la OLP, empezando por los acuerdos de Olso, como la renuncia a la acción terrorista. Hamás debe gestionar ya el conjunto de estos problemas y de estas evoluciones, lo cual no es nada fácil y llevará un cierto tiempo. Dudo que su interés sea actualmente el de añadir más problemas.

(…)





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