Cumbre del G8: Conferencia de Prensa del Sr. Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica, al termino de la cumbre

Cumbre del G8: Conferencia de Prensa del Sr. Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica, al termino de la cumbre


San Petersburgo, 17 de julio de 2006

P – Este el décimo G8 en el que participa usted. Naturalmente, no le preguntaré si participará el año que viene, pero sí comentarle que prácticamente, a cada una de estas cumbres, se añade una crisis internacional. ¿cree usted que es casualidad o que existe un impedimento, en algún lado, ante el orden internacional?

R – Como ya sabrá, siendo los hombres como son, siempre existe algún impedimento de cara a crear un orden internacional y es necesaria una gran imaginación para crear un vínculo entre un crisis de algún tipo, sea cual sea la reunión de una cumbre. Creo, por lo tanto, que podemos eliminar esta explicación, la cual me parece un poco superficial.

P – Señor Presidente, usted ha hablado de una fuerza internacional al igual que el Sr. Blair y el Sr. Annan ha hablado de una fuerza estabilizadora en el Líbano. ¿Según usted y según los países del G8, debería esta fuerza tener como misión aplicar la resolución 1559 y es realmente posible enviarla ahora, en un momento en que las cosas andan muy mal? Acabamos de tener noticia de que un avión israelí ha sido abatido y de que dos pilotos han sido capturados. Por tanto, ¿puede usted decirnos cómo tendrá lugar esta fuerza internacional y cuál es su idea?

R – En primer lugar, el comportamiento de un cierto número de personas es totalmente inaceptable. Ignoraba que dos nuevos Israelíes habían sido hecho prisioneros, porque estábamos reunidos. Pero esto no hace más que confirmar la necesidad de un cierto tipo de cordón sanitario. Por lo tanto, se trataría de disponer a la vez de una fuerza internacional y de un cordón que permitiera vigilar, un cordón de vigilancia.

En un momento dado, esto es lo que tuvimos en el Líbano, como seguramente recordará, además de que no había funcionado tan mal. Por lo tanto, sin tener la seguridad de que el Secretario general de la ONU llevará a cabo el principio de esta propuesta, - dijo que lo haría,- creo que es necesario hacerlo realmente. No podemos dejar que las cosas sucedan de este modo, es necesario disponer de algún medio de represión y, en cualquier caso, de vigilancia.

En cuanto a su mandato, no puedo remplazar a la ONU a la hora de determinarlo, pero considero que la aplicación de la resolución 1559 es vital. Repito, no es cierto que podamos disponer de un Estado independiente y soberano, principalmente democrático, vocación que tiene el Líbano, al ver cómo su territorio es controlado por milicias armadas. Esto no es posible. La resolución 1559 prevé, por un lado, el desarme del conjunto de las milicias y por otro, la puesta en marcha del ejército oficial libanés hasta la frontera; sin esta exigencia, no existirá el Líbano.

Llamo a todos los Libaneses a que recuerden esto, sea cual sea su tendencia, su posición, ya que no dispondrán de un país estable e independiente, no dispondrán de democracia, si no entienden que resulta indispensable disponer de un país unido, bajo la autoridad de un gobierno democráticamente designado.

P – Entendemos que toda esta cuestión de la fuerza internacional está siendo estudiada, pero de momento parece muy confuso. Esta mañana, el Primer Ministro Blair habló de una fuerza internacional y parecía hablar de ello como si fuera una fuerza que traería la paz en el contexto actual de violencia. De hecho, entendemos que sería más bien para estabilizar la situación. Otros desarrollan un punto de vista que sería más bien el de estabilizar una vez que hayan acabado los enfrentamientos. ¿Puede usted precisarnos de qué serviría y cuándo intervendría esta fuerza internacional? No entiendo tampoco la distinción entre la fuerza internacional y el cordón de vigilancia.

R – Estamos ante una situación que exige una intervención exterior, de manera a tratar de asegurar las fronteras y de evitar las agresiones de los unos contra los otros, a través de las fronteras. A partir de aquí, no prejuzgaré en qué debe consistir. Unicamente la Organización de las Naciones unidas podrá determinarlo.

De hecho, a menudo se me ha reprochado forzar un poco la mano de las Naciones unidas y en particular hace dos días, cuando solicité con gran firmeza al Secretario general que enviara una misión inmediatamente, lo antes posible, en el conjunto de las capitales concernidas, Beirut naturalmente incluido, así como Ramallah y acabar por Siria, por razones que cada uno entenderá. Se me ha reprochado haber querido imponer demasiado en este asunto y por tanto no deseo prejuzgar. El Secretario general ha dicho claramente que estaba a favor de este principio, que lo estudiaría y que tendríamos ocasión de ver qué propondrá y, en ese momento, decidir si debemos apoyarle o no, aunque no dudo de que le apoyaremos.

P – Señor Presidente, en varias ocasiones, usted ha hablado de fuerzas de desestabilización, que actúan en esta crisis, en el Líbano. ¿Cree usted que, además de la vía diplomática, sería necesario plantear quizás otros medios, medios de coerción, a estas fuerzas desestabilizadoras y en tal caso, cuáles?

R – Como ya le he dicho, la aplicación de la 1559 es esencial y ya le he explicado porqué. Se trata de un elemento esencial y probablemente requerirá algunos medios de coerción.

Muchas gracias./.





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