Visita de Estado a la Republica Popular de China Alocucion del Presidente de la Republica con motivo del almuerzo brindado en su honor por el municipio de Wuhan

Visita de Estado a la Republica Popular de China Alocucion del Sr. Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica, con motivo del almuerzo brindado en su honor por el municipio de Wuhan

Wuhan, 27 de octubre de 2006




Señora Secretaria de Estado,

Señor Secretario del partido de Hubei y Señor Gobernador,

Señor Secretario del partido de Wuhan y Señor Alcalde,

Señoras, Señores,

Queridos Amigos,

Permítanme, en primer lugar, agradecer enormemente a ustedes y a los habitantes de Wuhan la gran acogida que me ha sido dispensada. Veo en ella el testimonio de la amistad que une a Francia con vuestra provincia y con Wuhan, hogar de la difusión de la francofonía en el mismo seno de China.

Su ciudad, presente en los grandes momentos de la historia de China, desde el Reino Chu, hasta finales del imperio manchú, tuvo ocasión de emocionar, hace más de un siglo, a Paul Claudel, por el "entusiasmo que desprendía su vida y su movimiento", como tuvo ocasión de describirla.

Wuhan albergó igualmente y durante un tiempo, tal como usted, Señor Secretario, mencionó hace un momento, al eterno Li Bai, cuya estatua se erige actualmente en el barrio de Wuchang. ¡Cómo no recordar las palabras que tuvo a la hora de celebrar la naturaleza de su provincia!": "Al alba salgo de Baii y de sus nubes multicolor, camino a Jiangling: mil estados en un sólo día. (...) Mi esquife navega ya entre diez mil pisos de montañas."

Señoras y Señores,

Como ciudad llena de historia, Wuhan mira hacia el futuro. Con un crecimiento del 15% anual, se encuentra entre las grandes metrópolis chinas. De cara al mundo, encarna el renacimiento de la China interior, así como su voluntad de igualar la prosperidad de la China litoral.

En Wuhan se respira esta ambición de construir un futuro que aúne la modernidad más audaz con la armonía. Esta armonía, anclada en la gran tradición de la China eterna, como da fe la imponente "torre de la grulla amarilla" que domina esta ciudad.

Para construir el futuro, Wuhan ha dejado espacio a la asociación franco-china. Al menos el 60 % de los capitales europeos invertidos aquí son franceses. Esta presencia, fomentada desde el principio por las más altas autoridades chinas, encarna lo mejor de nuestra relación: el equilibrio, la comprensión, la confianza mutua, el compromiso a largo plazo.

Esta presencia francesa se encuentra, en primer lugar, en la industria automovilística. Desde hace 15 años, Dongfeng y Peugeot Citroën han construido una alianza estratégica. Así da fe su nueva fábrica, cuya primera piedra tendré el honor de colocar dentro de un rato.

A lo largo de los años, la presencia económica francesa no ha dejado de reforzarse y de diversificarse. Con Carrefour, Total, Alcatel, Air Liquide, Valeo, Delachaux y muchos más.

Nuevos proyectos comunes están siendo diseñados. Alstom, como principal socio extranjero para la construcción de la Presa de las Tres Gargantas, ha presentado propuestas en el campo de los calentadores para la centrales térmicas y participa, junto a sus socios chinos, en la presentación de proyectos para el acondicionamiento del tren de alta velocidad Wuhan-Cantón. Francia tiene, en ese sentido, una experiencia incomparable en Europa.

Veolia desea aportar su contribución en la resolución de las cuestiones medioambientales de su ciudad, ya se trate de transportes públicos o del tratamiento de las aguas. Veolia ha desarrollado una pericia que hacen de ella un campeón mundial del desarrollo sostenible.

Señoras y Señores,

Junto al presidente Hu Jintao, nuestra ambición es la de conducir nuestra asociación estratégica global hacia nuevos éxitos.

Al igual que en Wuhan, deseamos promover cooperaciones industriales sostenibles, que respondan a las prioridades chinas y que tengan como objetivo compartido un desarrollo ecológicamente responsable.

La decisión de establecer una central de ingeniería en Pekín y una línea de montaje final del A320 en Tianjin, constituye el propio símbolo de la voluntad de Francia y de sus Socios de Airbus, a la hora de establecer una alianza estratégica entre Europa y China en el sector de la aeronáutica.

Es necesario ampliar dicha lógica a los otros sectores estructurales de nuestra asociación, por lo cuales Francia está dispuesta a cooperar de la manera más ambiciosa.

Me refiero en particular al ferrocarril, con el increíble desafío que representa la puesta en marcha, dentro de cinco años, del equivalente de la red europea de trenes de alta velocidad.

Me refiero igualmente al sector nuclear civil, donde veinte años de ejemplar cooperación nos permiten mirar juntos hacia el futuro, con el EPR y con ITER, para construir lo que será uno de los más importantes y potentes parques nucleares del mundo, con todo el respeto de las exigencias de seguridad.

Me refiero también a los nuevos campos de cooperación privilegiados que pudimos identificar ayer con el presidente Hu Jintao: las telecomunicaciones; los servicios financieros; la agricultura y el sector agro-alimentario; la protección del medioambiente.

Nuestra alianza permitirá a nuestras empresas responder a las increíbles necesidades del mercado chino y de presentarse conjuntamente en los mercados mundiales.

De hecho, a día de hoy, nuestros intercambios bilaterales se han duplicado desde 2000. Tan sólo en el primer semestre de 2006, nuestras exportaciones hacia China han aumentado en casi un 30 %. En 2007, estimamos que el número de Pequeñas y Medianas empresas francesas, instaladas en China, alcanzará el millar. Nuestras cuotas de mercado aumentan, mientras que las primeras empresas chinas apuestan por instalarse en Francia, de lo cual nos congratulamos.

De este modo contribuiremos al crecimiento y al empleo en Francia y en China.

Para ir aún más lejos, es necesario que ayudemos a nuestra asociación a superar las prácticas que obstaculizan su desarrollo, como la falta de respeto de la propiedad intelectual o la falsificación. Un ambicioso acuerdo ha sido firmado. Atendamos conjuntamente a su aplicación, lo cual permitirá a China entrar plenamente en una economía de mercado.

En el seno de la asociación franco-china, existe igualmente una idea del hombre y de su lugar en la empresa y en la sociedad. Me congratula que en China y en particular en Wuhan, las empresas francesas asuman de manera ejemplar sus responsabilidades medioambientales y sociales.

El respeto del medioambiente se impone a todos. Cada cual sabe que China debe conciliar los imperativos de un fuerte crecimiento con los de preservar los equilibrios ecológicos. Nuestra asociación debe tener como objetivo la afirmación de un modelo de crecimiento responsable y de respeto para el futuro.

Este es uno de los principales objetivos de la Agencia francesa de desarrollo, la cual destina en China cerca de 150 millones de euros a un mejor control de la energía y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

En su provincia, Francia participa también en el financiamiento de una central de carbón limpio en Hankou y a la electrificación de la línea de ferrocarril que une a Hubei, Hunan y a Henan.

Francia en China significa también ambición del desarrollo social. En este sentido, tendré ocasión de inaugurar esta tarde dos grandes proyectos de cooperación, que nuestros médicos llevan a cabo en la gran tradición del humanismo francés. Esta misma ambición de crecimiento social es la que se encuentra en nuestra cooperación por la microfinanciación.

Señoras y Señores,

Desde hace un cuarto de siglo, la Universidad de Wuhan contribuye a expandir la francofonía en China, no sólo a través del estudio de la lengua y de la civilización francesas, sino también a través del estudio de las ciencias y de las tecnologías. Es algo esencial, ya que nuestras relaciones deben poder apoyarse en un conocimiento recíproco, con una proximidad cada vez mayor.

A este respecto, me congratula que nuestra presencia en Hubei pueda basarse en estos vínculos establecidos entre Wuhan y las colectividades locales, en primer lugar de las cuales se encuentra Burdeos, pero también la región de Lorraine y Poitiers. Dichos vínculos se reflejaron, año pasado, con la celebración de los primeros Ejes sino-franceses de cooperación descentralizada, los cuales serán renovados en Aquitaine el próximo año.

Señoras y Señores,

Sé que, en su acción, las empresas francesas pueden contar con el apoyo activo del gobierno de Hubei y del municipio de Wuhan.

La ambición franco-china necesita vuestro apoyo, esta amistad y esta estima recíproca, la cual se ha manifestado una vez más a través de una acogida muy calurosa, de la que conservaremos el mejor de los recuerdos, que nos ha sido dispensada tanto a mí como a mi delegación, con motivo de este viaje a Wuhan.

Se lo agradezco de todo corazón.





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