Consejo Europeo conferencia de prensa del Presidente de la Republica - fragmentos -

Consejo Europeo conferencia de prensa del Sr. Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica, al termino del consejo europeo- fragmentos -

Bruselas, 24 de marzo de 2006


(...)

P – Señor Presidente, me gustaría formularle una pregunta sobre Bielorrusia, al existir una declaración en las conclusiones del Consejo, y porque, en particular, se habla de sanciones. Teniendo en cuenta las elecciones presidenciales y lo que ocurrió en el día de ayer, es decir, el arresto de los opositores, ¿cree usted que sería posible incluir al Sr. Alexandre Loukachenko en la lista de prohibición de visados?

R – Este es un tema serio y nuestros ministros de Asuntos exteriores hablarán de ello en los próximos días, tras tener en cuenta las informaciones que acabamos de recibir sobre los arrestos, los cuales, naturalmente, condenamos. De momento, no se ha tomado aún ninguna decisión sobre este asunto.

P – Señor Presidente, usted ha hablado del desempleo de los jóvenes. ¿Podría usted decirnos si, paralelamente a esta Cumbre, ha recibido el apoyo de alguno de sus colegas en lo que respecta a la tensa situación que vive Francia en este momento, referente al asunto del CPE, el Contrato de Primer Empleo?

R – He recibido apoyo, evidentemente, pero no constituye ninguna prueba, puede tratarse simplemente de un gesto de cortesía. Por lo tanto, no me basaría en este apoyo, independientemente de la amabilidad con la que me haya sido manifestado. En cambio, he observado cierta sorpresa. Ciertamente, nuestros colegas no siempre comprenden la naturaleza de las vivas reacciones que provocan las reformas, generalmente, en Francia. Les he indicado que forma parte del carácter francés. En el ámbito de la cultura, de la civilización, tenemos cosas totalmente admirables, reconocidas como tal. Nuestros defectos son nuestras cualidades. Estamos obligados a asumirlos.

Ahora en serio, me gustaría no obstante destacar dos aspectos implícitos en su pregunta. En primer lugar, ayer vivimos violencias totalmente intolerables e inaceptables. Un cierto número de alborotadores se unieron a las manifestaciones y han ocasionado daños contra los transeúntes, contra los bienes, contra las personas, lo cual es intolerable. He solicitado al gobierno – naturalmente – que estos alborotadores, que nada tienen que ver con los manifestantes, sean perseguidos y castigados con toda la severidad necesaria. Esto es algo inaceptable y serán castigados por ello.

En segundo lugar, el Contrato Primer empleo, origen de toda esta discusión. En lo concerniente a este contrato, me gustaría señalar en primer lugar la gran importancia que concedo a las discusiones que tienen lugar actualmente entre el gobierno y las organizaciones sindicales y profesionales, incluidas las de los jóvenes. Espero que la primer reunión del día de hoy permita abrir un diálogo que responda a las inquietudes, a los interrogantes que hoy en día se plantean y que permita encontrar soluciones conformes con el objetivo fundamental, el cual no debería apartarse del gobierno. Es decir, conseguir una solución que se adapte a las necesidades de los jóvenes que más dificultades tienen. Porque a ellos está destinado el CPE, en unas condiciones que puedan explicarse, defenderse y concertarse con normalidad.

En este sentido, confío plenamente en el Primer ministro y en el gobierno, en que lleven a cabo las negociaciones y las discusiones necesarias, con un espíritu de apertura y de comprensión, del mismo modo en que confío plenamente en las organizaciones sindicales y profesionales o en los jóvenes a la hora de mantener un diálogo social responsable y razonable.

Lo que está realmente en juego, es el empleo de los jóvenes, el cual debe ser mejorado, eso es incontestable. Y más allá que el empleo de los jóvenes, se trata de responder a la aspiración de los jóvenes por encontrar un lugar natural y legítimo en la sociedad. Natural, legítimo y también indispensable, ya que no puede existir un progreso o un desarrollo social eficaz y armonioso si los jóvenes no se sienten plenamente integrados.

P – Señor Presidente, primer pregunta. Los presidentes de las universidades han solicitado reunirse con usted en una carta que le han mandado ayer o anteayer. Segunda pregunta: Antes de la reunión que tiene lugar en Matignon con las centrales sindicales y la reunión de los estudiantes que se celebrará en el despacho del ministro de la Educación nacional, todos estos sindicatos han pedido la retirada del CPE. ¿Está usted dispuesto a ayudar a encontrar una solución para retirar el CPE o, en todo caso, una solución a nivel jurídico e institucional?

R – No soy partidario de una democracia de ultimátums. Tenemos instituciones democráticas. Hicimos la revolución para poder conseguirlas, para desarrollarlas y creo que no tiene porqué haber ultimátums.

Cuando el Parlamento vota una ley, en conformidad con el espíritu y las reglas de nuestras instituciones, ésta debe ser aplicada. No obstante, no impide que el gobierno discuta esta u otra modalidad. Estoy completamente a favor de un diálogo que permita aclarar el tema en cuestión, pero no de manera brutal, sino para tener en cuenta las observaciones de los unos y de los otros, dentro del marco de la ley republicana.

P – Señor Presidente, únicamente una precisión sobre lo que ha declarado y que ha repetido, referente a la necesidad de diálogo. Usted ha hablado del carácter francés, ¿y no hubiera sido posible instaurar este diálogo antes de promulgar la ley?

R – Puede ser. Es lo que se suele decir, en general, después de un hecho. Y entonces usted me dirá que habrá que tenerlo en cuenta para la próxima vez.

P – Señor Presidente, referente a la cuestión de la ampliación, me gustaría conocer su opinión sobre los nuevos criterios que se aplican actualmente en las discusiones, es decir, la opinión pública y la capacidad de absorción de la Unión europea. ¿Cuándo considera usted que Francia podría ratificar el Tratado de adhesión de Rumanía y de Bulgaria?

R – Me atrevería a decir que el Tratado de adhesión rumano y búlgaro está en marcha. Francia espera normalmente la decisión de la Comisión que, a mi juicio, será positiva. Y a partir de entonces, no tengo ninguna duda de que la ratificación será realizada por el gobierno francés.

En lo que respecta a las capacidades de absorción, uno de los temas principales del Consejo de junio, se trata de una cuestión muy importante. Estoy a favor de la ampliación. ¿Porqué? Sencillamente porque creo que lo esencial del proyecto europeo es arraigar la democracia y la paz –dos hechos inseparables- en el conjunto de Europa y lo más ampliamente posible.

A lo largo de la historia, hemos sufrido todos un número más que suficiente de guerras, de enfrentamientos y de dificultades, como para no tenerlos en cuenta hoy en día. Por lo tanto, todo sistema que se amplía es un sistema conforme con la democracia y con la paz. Por esta razón estoy a favor. En algunos casos, es necesario tener en cuenta las realidades y no obrar con prisa y precipitación. Evidentemente, tanto en un plano económico, financiero y político, existe un límite en la capacidad de absorción de nuevos miembros por el conjunto europeo. Abordaremos el próximo Consejo de junio partiendo de este límite, no con un espíritu de restricción sino con un espíritu realista de posibilidades.

P – Señor Presidente, Rusia ocupa un lugar bastante importante en la seguridad de la Unión europea, en materia de energía. Pero Francia, Alemania y otros ciertos países de la Unión mantienen en este sentido un diálogo privilegiado, unas relaciones privilegiadas con Moscú. ¿Considera usted que la Unión tratará cuestiones con Rusia de manera conjunta?

R – Hace usted bien en destacar las excelentes relaciones políticas entre Francia y Rusia, entre Alemania y Rusia, así como entre otros países y Rusia. A nivel institucional, existe en cierto modo un tipo de organización de este diálogo, ya que como sabrán se producen regularmente reuniones entre tres partes, Alemania, Rusia y Francia, lo cual debe ampliarse, a lo largo de las cuales se discuten todas las cuestiones y en particular los problemas económicos y energéticos.

Sin embargo, nos encontramos en la situación que mencionaba anteriormente en lo que respecta a la energía, en la que el contexto mundial hace totalmente necesaria una diplomacia europea en materia de energía. Esto incluye todo y en particular las relaciones de Europa con Rusia, con otros países de Asia central, de Oriente Medio u otro lugar, de Sudamérica, etc. Y esta diplomacia constituye uno de los elementos fuertes de la decisión que hemos tomado de crear una política energética europea y de dirigir nuestras acciones en este sentido.

P -¿Entiende usted la crítica existente sobre la fusión entre Gaz de France y Suez, vista como una forma de proteccionismo?

R – Esperaba una pregunta sobre la cuestión del proteccionismo y les responderé sobre la cuestión del asunto de Gas de France/Suez.

En primer lugar, me gustaría decir que se ha desarrollado un tipo de moda, en particular entre los observadores muy superficiales de los problemas económicos, según la cual se diría que Francia es proteccionista. Sin embargo, en lo que respecta a su riqueza nacional, Francia acoge el doble de inversiones extranjeras que Alemania y el triple que Italia. Usted podría decirme: "demuéstrelo". Me he basado en los datos más incontestables en este sector, datos reconocidos por todos, los del Fondo monetario internacional, los del último informe de 2004, desde el cual no se han producido muchas modificaciones.

Este informe se denomina "el nivel de inversiones extranjeras frente al PIB de cada nación, Fondo monetario internacional", informe que considero incontestable. En él se indica que las inversiones extranjeras representan en Francia el 42% de las inversiones, seguido por el Reino Unido con un 36 %, por Alemania con un 24 % - es decir, dos veces menos que Francia -, por España con un 21 % y por Italia con un 13 %, es decir, tres veces menos que Francia. Según el mismo informe, añadiré que en Francia, uno de cada siete empleados en el sector privado, en general, es contratado por una empresa extranjera y, en el sector industrial, uno de cada cuatro frente a uno de cada diez en el Reino Unido, uno de cada diez en Alemania y uno de cada veinte en los Estados Unidos.

Añadiré también que el 45 % del capital de las grandes empresas francesas que figuran en el CAC 40 se encuentra en manos de las inversiones extranjeras ; un 45 % constituye un récord en Europa. Por lo tanto, entenderá usted que cuando oigo hablar de proteccionismo en Francia, pienso que realmente, se dice cualquier cosa, además de ser evidentemente falso. Nadie podría sostener esta tesis, nadie con un mínimo de competencia. Por esta razón me ha sorprendido ver o leer que se hablaría de estos problemas; por supuesto, no se ha hablado de ello, por la sencilla razón de que no hay ningún argumento que lo justifique. Todo el mundo sabe exactamente cuál es la situación de Francia, el país más abierto a inversiones extranjeras. Por tanto, ninguno de nuestros socios serios – naturalmente- y debidamente documentados, realizará un comentario de este tipo, a menos que quiera que le digan que debe volver a la escuela para aprender cuál es la situación. Así son las cosas. A veces se produce este tipo de rumor.

De hecho, Francia es uno de los pocos países que han aceptado vender bancos a extranjeros, como por ejemplo en el caso de CCF, de los seguros, o en el caso de AGF, así como poner bajo control extranjero elementos esenciales, en particular en el sector del transporte, como por ejemplo EADS. Esto explica que nadie, efectivamente, haya hablado de este problema a pesar de las incitaciones que podrían venir por parte de algunos observadores superficiales o mal intencionados. Nadie ha mencionado este problema durante este Consejo.

En segundo lugar, Gaz de France/Suez : se han producido algunos rumores según los cuales la Compañía ENEL, compañía bajo control absoluto del gobierno italiano, dispondría de un proyecto de OPA hostil sobre Suez capaz de desmantelarla; una operación estrictamente financiera, sin ningún motivo económico y, además, interesando a dos culturas totalmente distintas, enfrentándose no a una empresa europea, sino a una empresa franco-belga. No es necesario recalcar la importancia, para Bélgica, de la electricidad en este asunto.

Naturalmente, otorgamos una gran importancia a esta cuestión, tal y como lo demuestran los más de seis meses de negociaciones entre Gaz de France y Suez para fusionarse. Si lleva tiempo es porque es complicado. Deben garantizarse principalmente el empleo de los trabajadores y su estatuto, en particular los de Gaz de France y esto no debe realizarse de cualquier manera. El respeto del estatuto de los trabajadores de Gaz de France y el del empleo son evidentemente elementos determinantes para un posible un acuerdo.

Por ello, no veo de qué manera podría acusarse a Francia de proteccionismo, simplemente porque no quiere ceder ante una operación puramente financiera, contraria a la voluntad de los accionistas y de los Estados franceses y belgas, lo cual justifica nuestra postura. Desconozco qué se hará a continuación, ya veremos; en cualquier caso, este tema no ha sido abordado durante este consejo.

(···)./.





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