Carta de felicitacion del Sr. Jacques CHIRAC Presidente de la República Francesa, dirigida a la Doctora Margaret CHAN, electa a la Direccion de la Organizacion mundial de la Salud.

(Paris, 9 de noviembre de 2006)

Señora Directora general,

Quisiera, en mi propio nombre y en el nombre de Francia, darle mi mayor enhorabuena por su elección al frente de la Organización mundial de la salud.

Francia se congratula de que una personalidad como la usted haya sido designada para dirigir esta Organización tan importante del sistema de las Naciones unidas, la cual se encuentra en el origen de la realización de los Objetivos del Milenio. Tanto en Hong Kong como en sus anteriores funciones de la OMS, sé que siempre ha dado fe de una dedicación constante a las causas fundamentales como la promoción de la salud y la lucha contra enfermedades pandémicas como el SRAS y la gripe aviar.

En 2005, fecha en la que nos conocimos, tuve ocasión de valorar sus grandes cualidades profesionales y humanas. Estoy convencido de que pondrá sus cualidades y esta voluntad al servicio de la salud de los más pobres y de los más vulnerables, siguiendo el compromiso que establece a nivel colectivo la Constitución de la OMS.

Tengo igualmente confianza en su capacidad de respuesta al riesgo de pandemia de gripe aviar, la cual exige una solidaridad internacional completa y frente a la cual, Francia está completamente movilizada.

Usted conoce la acción de Francia en el ámbito de la salud mundial y la importancia que tiene para mí, a través, en particular, de nuestra colaboración con la OMS, pero también con el Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo, así como con esta herramienta tan prometedora que es UNITAID, para el acceso a los medicamentos.

Tenga usted la seguridad de que Francia apoya completamente su acción. Será un gran honor, en particular, poder recibirla en París, en cuanto su agenda se lo permita, con el fin de plantear, con el espíritu de confianza y de progreso que siempre ha presidido en las relaciones entre su Organización y la de Francia, estas cuestiones tan fundamentales para el equilibrio del mundo y para la realización del ideal de paz y de solidaridad que nos anima.

Señora Directora general, le deseo el mayor de los éxitos en su misión y ruego reciba el testimonio de mi alta estima.