Discurso pronunciado por el Señor Jacques CHIRAC, Presidente de la República Francesa, con ocasion de la cena de estado ofrecida en su honor por Su Excelencia Señora Michelle BACHELET, Presidenta de la República de Chile


Museo de Arte Contemporáneo - Santiago - Chile, viernes 26 de mayo de 2006

Señora Presidenta,

Es para mí un agrado y un honor encontrarme hoy entre ustedes y poder realizar una visita que deseaba hace mucho tiempo. A su país, orgulloso de haber recuperado la democracia, reconciliado con su memoria sin ceder al olvido, comprometido en un proceso de desarrollo que no quiere dejar a nadie en el camino, a ese Chile en profunda mutación que tan bien encarna usted, Señora Presidenta, permítame expresarle la simpatía, el respeto y amistad del pueblo francés.

La relación de amistad entre nuestros dos países existe desde hace mucho tiempo. Chile fue el primer Estado de derecho de Latinoamérica y Francia fue la primera potencia europea que reconoció su soberanía. En la formación de sus instituciones y a lo largo de su historia política y social, el Chile de Bernardo O'Higgins encontró parte de su inspiración en las ideas y la experiencia francesa. En aquellas horas sombrías que le infligieron a usted misma, Señora, el sufrimiento más doloroso, Francia abrió sus puertas a muchos chilenos.

Deseo expresarle hoy mi admiración por el modelo de estabilidad y responsabilidad que representa Chile en Latinoamérica, y saludar también la modernización política que ha puesto usted en marcha, Señora Presidenta, al instaurar la paridad.

Su país ha demostrado que sabía asumir sus responsabilidades regionales, como quedó patente en su compromiso con Haití, del cual le estamos agradecidos. Su apertura a los demás continentes, su doble anclaje europeo y latino, las excelentes relaciones que mantiene con Europa y Estados Unidos, lo convierten en uno de los motores de la integración regional en Latinoamérica.

Por eso Chile es para nosotros, los franceses, un amigo valioso, un socio relevante con el que mantenemos un diálogo constante y fruct:fero, que supera el marco estrictamente bilateral.

Compartimos con Chile las mismas perspectivas de sociedad internacional, fundadas en el respeto del derecho y la consolidación de la gobernanza al amparo de las Naciones Unidas. Compartimos la misma aspiración a una democracia mundial respetuosa de la diversidad de los pueblos, donde la ética derrote a las relaciones de fuerza . Aspiramos ambos a un mundo más solidario.

En nombre de esa comunidad de valores, estuvimos unidos en la acción para defender el multilateralismo durante la crisis de Irak y para lograr que se reconociera la diversidad cultural en la UNESCO. Hoy trabajamos juntos para reforzar la eficacia de la Organización de las Naciones Unidas y, dentro de ella, la de las instancias encargadas de velar por los derechos humanos.

Ese multilateralismo que nos proponemos promover va a la par con la convicción profunda de que sólo un mundo más justo y solidario nos permitirá reducir los factores de inestabilidad. Por eso compartimos, junto a Brasil, una propuesta innovadora de financiación para el desarrollo, y avanzamos juntos para crear un mecanismo que facilite la compra de medicamentos para los países más pobres. Chile será el primero, junto con Francia, en aplicar desde este año un impuesto a los pasajes de avión.

Señora Presidenta, esa relación tan especial entre Francia y Chile, que tiene sus raíces en el pasado, se nutre hoy de la vitalidad de nuestras relaciones en todos los ámbitos.


Francia es el segundo socio económico europeo de su país. La experiencia y la tecnología de nuestros grupos más importantes permiten proveer equipos y servicios que favorecen a muchos. El potencial de Chile, sus decisiones de desarrollo, las puertas que abre en Latinoamérica y otros continentes son otras tantas oportunidades que nuestras empresas deben saber aprovechar.

Deseo que la delegación de hombres de negocios que me acompaña lleve este mensaje a Francia. La incipiente entrada en vigor del acuerdo para evitar la doble imposición es favorable para las inversiones. El acuerdo de asociación Unión Europea-Chile, que Francia ha tenido el acierto de apoyar, es un marco incitativo.

Francia también puede acompañar el desarrollo de Chile gracias a sus centros regionales de competitividad y al conjunto de PYMES innovadoras. Nuestros intercambios en el ámbito científico se consolidan. El CNRS [Consejo Nacional de Investigación Científica] desarrolla una investigación de vanguardia con las universidades chilenas, gracias en particular a los doctores chilenos que han estudiado en Francia, que son más de 400 desde el regreso de la democracia.

Señora Presidenta, hoy he comprendido la amplitud de la nueva realidad chilena, de las vías originales que sigue su espectacular desarrollo, de la pertinencia de sus decisiones estratégicas que miran a largo plazo, y de su apertura a las experiencias venidas de otros lugares. Veo que hay muchas oportunidades de asociación para nuestras empresas y también para nuestras administraciones locales y los interlocutores públicos, con el objetivo de apoyar al Estado chileno en su proceso de modernización y desarrollo. Me refiero por supuesto a la salud, la educación, la ordenación del territorio o el desarrollo sostenible.

Tantas tareas que, si ustedes quieren, vamos a emprender juntos.

Señora Presidenta, permítame terminar expresándole mis mejores deseos de éxito de sus labores en el inicio de su mandato. Al ser la primera mujer de Sudamérica que accede a la más alta responsabilidad de un gran país, usted despierta anhelo y esperanza en Chile y en todo el mundo. Francia espera que, bajo su mandato, el Chile que usted encarna ocupe el puesto que le corresponde y haga escuchar plenamente su voz. Levanto mi copa para brindar por nuestra amistad, expresando esos deseos para usted y para Chile.

¡Viva Chile!
¡Viva Francia!
¡Viva la amistad franco-chilena!