Paris, 19 de enero de 2007
Estimada Señora,
He recibido la terrible noticia del luto al que tan súbitamente han tenido que enfrentarse usted, sus hijos y , más allá de sus allegados, toda la comunidad armenia de Turquía así como el conjunto del pueblo turco.
Me faltan palabras para condenar este acto atroz que deja a Turquía sin una de las voces más valientes y más libres. Hrant Dink luchaba incansablemente por la libertad y la defensa de los Derechos Humanos. En las columnas del periódico Agos, el cual creó hace diez años, así como en todas las tribunas, abogó igualmente por el deber de memoria y de reconciliación turco-armenia. Creía en este diálogo, en su necesidad y en su urgencia.
Permítame, en esta circunstancia tan dolorosa, transmitirle a usted y a sus hijos, así como a todo el equipo del periódico, mis más sinceras condolencias.
Ruego reciba, Estimada Señora, el testimonio de mi más sincera estima./. Y de toda mi solidaridad en el duelo y en estos momentos.
(Anotaciones manuscritas en cursiva)
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